Tres criterios muy simples a considerar antes de cualquier trato con caballos. Son las reglas básicas de John Lyons – the worlds most trusted horseman – que no solamente aseguran un buen rendimiento durante y después del entrenamiento en cualquier disciplina sino que hasta incluso llegan a salvar vidas:
1) La persona que maneja/monta al caballo no puede resultar herida
2) El caballo que se maneja o monta no puede resultar herido
Según el libro de ‘Equitation Science’ practicar la equitación es, estadísticamente hablando, más peligroso que el deporte de motociclismo. Una noticia preocupante que deberíamos tener en cuenta siempre.
Los caballos a menudo se describen como animales nobles, sociables, pacíficos o armoniosos. Esto puede ser más o menos acertado en el caso de tu caballo en general o en una situación concreta (más adelante en el artículo nº 47: ¿Qué es el antropomorfismo y porqué dificulta un entrenamiento eficaz? Y artículo 50: Mitos en la equitación.)
Lo que es seguro es que los caballos tienen 4 patas con unos cascos duros y que todo caballo sabe dar patadas - que pueden llegar a matar a una persona. Que todo caballo tiene dientes, aunque no afilados, pero dentro de una mandíbula suficientemente fuerte para arrancar trozos de carne a otros seres vivos. Que un solo caballo pesa varias veces más que una persona y puede aplastar el cuerpo humano sin gran esfuerzo, ni siquiera sin intención o malicia ninguna. Que los caballos miden entre 1,50m y 2,00m y si nos subimos a esta altura y caemos o somos lanzados con fuerza al suelo nos podemos romper cualquier hueso, incluido el cráneo.
Si me preguntaras ¿No estás siendo muy pesimista? – Te diría que solamente soy realista.
Si me dices que te estoy asustando – Diría que el miedo es la alerta de seguridad que nuestro subconsciente activa antes de que pueda ocurrir un accidente grave (en el artículo nº 26: Miedo en las personas/jinetes proponemos una manera segura cómo enfrentar el miedo al manejar o montar el caballo.
Si me preguntas por una solución ante el peligro al practicar equitación – Diría que uses sobre todo tu sentido común, que obtengas más conocimiento sobre el comportamiento de los caballos y métodos para manipularlos y/o montarlos.
Un jinete nunca debe ser valiente al practicar la equitación – y menos mostrar valor para montar un caballo denominado “difícil” – Su obligación es valorar la situación, las capacidades propias y respetar los límites presentes.
Si algo no te parece bien y/o seguro - simplemente ¡no lo hagas!
Usa el sentido común y aprende a observar bien las reacciones de tu caballo (en artículo 11 comentaré la importancia de la observación y por qué hay que ser detallista para estar seguro y llegar a la excelencia).
Y si me preguntas ¿No hay que arriesgarse para llegar al alto nivel de competición? Pues tengo que decirte que un jinete con huesos rotos o un caballo cojo tampoco rinden en el próximo concurso, ¿no?
¡Solamente cuando tú y tu caballo estéis bien y sanos podéis realmente disfrutar de la equitación!
3) El caballo tiene que estar más calmado y sereno después del entrenamiento que antes.
Ya que cada entrenamiento incluye un aprendizaje nuevo y/o un esfuerzo físico.
El estrés, nerviosismo, miedo, incomodidad o dolor dificultan el aprendizaje y malgastan los recursos físicos de nuestro caballo.
Independientemente de la disciplina que practiques, a qué nivel lo hagas o solamente para ocio, rigiéndote por estos criterios obtendrás mejores resultados con tu caballo.
¡Aplica las tres reglas para un entrenamiento seguro y eficaz y qué sigas apasionado!
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